Estas tres palabras me marcan inmensamente:
"Mujeres de color" suena terriblemente peyorativo.
Me pongo muy enojado, ardiente, ofendido y combativo.
Cuando escucho estas palabras horribles que farolean
Y marginan a nuestras bellas y orgullosas mujeres
De acción, dedicación, equidad, ingenio y elegancia.
Estas mujeres intelectuales y de hombros anchos
Merecen nuestro amor, respeto, reconocimiento y reverencia.
Odio y aborrezco este término desagradable "mujer de color"
Con ardiente pasión. Porque amo a mis hermanas elocuentes
Asiduamente. Los respeto y los venero. Quiero honrar
Estas reinas maravillosas ofreciéndoles flores exquisitas,
Coronas doradas con diamantes, zafiros y rubíes.
No soy para nada un campista feliz cuando escucho estas palabras terciarias.
Nuestras mujeres de tonos claros y oscuros fueron bautizadas por la brisa
De una eterna primavera; son tan preciosas como los orgullosos pájaros cantores.
Las mujeres son nuestras madres, hermanas, tías, esposas y amigas.
Sin estas damas, la vida sería monótona e insípida.
Las mujeres son los faros de nuestro mundo y las manos que ayudan,
Que llevan hombres desde el útero a la tumba que no acepta menos.
PD Este poema está dedicado a todas las mujeres que están unidas independientemente de su color.
Copyright © marzo 2020, Hébert Logerie, todos los derechos reservados.
Hébert Logerie es autor de varias colecciones de poemas.