Soy el manzano generoso
Que hacia el cielo va creciendo,
Mientras que abajo el leproso
En él se rasca, maldiciendo.
Soy blanca flor con faz de lira,
Nacida en una era fea.
El alma pía la admira,
El sinvergüenza se la mea.
Soy libro viejo y sagrado
Cuya cubierta el cura besa
Y en que la chusma al otro lado
Garabatea su vileza.
Soy la intrépida abeja
Que trae polen amarillo.
El rojo que de mi se queja
Es de la hoz y del martillo.
Soy, si hay suerte, el futuro
De un pueblo harto ya de plomo,
Al que el tuerto le indica
Por donde caminar y como.
Soy uno de los campeones
Del canto libre en la plaza.
En mi espalda van bastones
Y en mi boca una mordaza.
Soy esta mácula de sangre,
Que algunos llaman MoldaVÍa,
A la que exige el asesino
Que lo consuele y le sonría.
Soy la infinita añoranza
Que va alzándose suprema.
Sus alas son de esperanza,
De lágrimas su diadema.
Soy este río Prut, que fluye
Por el dolor y la derrota.
Etérnamente el mar lo traga,
Y él etérnamente brota.
Soy el cantar del pueblo mío
Que nadie nunca ahogará,
¡Aunque llenen de Siberias
El mundo y el más allá!
(Traducido por Paul Abucean)
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