1) 
¡Gracia asombrosa! (qué dulce el sonido!)
Que salvó a un miserable como yo! 
Una vez estuve perdido, pero ahora estoy hallado.
IEra ciego, pero ahora veo.
2) 
Fue la gracia que le enseñó a mi corazón a temer, 
Y la gracia alivió mis temores; 
¡Qué preciosa apareció esa gracia, 
En la hora que creí por primera vez! 
4) 
El Señor ha prometido bueno conmigo, 
Su palabra asegura mi esperanza; 
Él será mi escudo y mi porción, 
Mientras la vida perdure.
6)
La tierra pronto se disolverá como la nieve, 
El sol se abstendrá de brillar; 
Pero Dios, que me llamó aquí abajo, 
Será para siempre mío.